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Presentación

La acción de Francia en materia de control del armamento y de desarme se guía por principios constantes : obrar por un mundo más seguro y un orden internacional más justo, basado en la regla de derecho y en la seguridad colectiva, prevenir las amenazas contra la paz, respetar el derecho a la legítima defensa, rechazar la carrera al armamento y avanzar hacia el desarme general y completo.

Francia ha velado siempre por mantener su arsenal nuclear
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en el nivel más bajo posible, compatible con el contexto estratégico, según un principio de estricta suficiencia.

Sin embargo, de conformidad con los objetivos del TNP en materia de desarme nuclear y desarme general y completo, que adopta plenamente, Francia se compromete activa y concretamente a favor del desarme, tanto a escala nacional como internacional.

Francia ha mostrado claramente el camino : ha adoptado medidas unilaterales considerables
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al respecto, algunas de ellas no tienen equivalente, en particular desde el final de la guerra fría. Francia no ha dejado de reducir su arsenal hasta llegar al nivel más bajo posible y se atiene a un principio de estricta suficiencia.

Francia prosigue a escala internacional los esfuerzos resueltos de desarme iniciados a escala nacional. Desea que todas las demás potencias nucleares sigan el camino que empezó a trazar hace ya más de un decenio, que conduce a una posición de estricta suficiencia de los arsenales nucleares. Durante su presidencia de la Unión Europea en 2008, Francia se comprometió resueltamente para que Europa propusiera a la comunidad internacional iniciativas ambiciosas en la materia. Sólo podremos seguir avanzando por la vía del desarme si esa voluntad de avanzar es unánime. La transparencia, la confianza y la reciprocidad son la base de la seguridad colectiva y del desarme.

Albion dismantling. Credit = A.Paringaux

Francia insta a una política concreta de desarme : más allá de los discursos, lo que cuenta son los hechos. Según subrayaba el Presidente de la República en su discurso de Cherburgo, el 21 de marzo de 2008, « más que hacer discursos y promesas, sin concretarlos en hechos, Francia, por su parte, actúa ».

Francia considera también que es indispensable avanzar por la vía del desarme sin limitar ni compartimentar nuestra reflexión y ambición. En particular, no debemos desconectar el desarme nuclear de la seguridad colectiva y de la situación del contexto estratégico. Las preocupaciones de algunos países no sólo conciernen a las posiciones y arsenales nucleares sino también a la defensa antimisiles, las capacidades convencionales o el espacio. Debemos pues abordar múltiples retos y trabajar para mejorar las condiciones de seguridad internacional.

Respecto al desarme nuclear

Ya se trate de las reducciones ambiciosas aceptadas individualmente por Francia y Reino Unido, o bilateralmente por los dos Estados poseedores de los mayores arsenales, ya se ha hecho mucho. Francia se felicita por el compromiso del presidente Medvedev y del presidente Obama para celebrar un nuevo acuerdo de reducción de los arsenales ofensivos estratégicos, que sucederá al Tratado START. Las reducciones significativas de los arsenales rusos y estadounidenses constituyen, efectivamente, una prioridad en materia de desarme nuclear dado que estos dos países poseen aún casi el 95 % del stock mundial de armas nucleares.

Pero, por supuesto el desarme no puede reposar sólo en iniciativas individuales o bilaterales ; la lógica multilateral es igualmente importante. Según subraya el artículo VI, cada Estado, y no sólo los Estados poseedores de armas nucleares, deben aportar su participación al desarme nuclear y, más generalmente, a la seguridad colectiva. Respecto a las próximas etapas multilaterales en materia de desarme nuclear, la hoja de ruta de la comunidad internacional es clara : la entrada en vigor del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos nucleares (TPCE) y la apertura de negociaciones sobre un tratado que prohíba la producción de materiales fisionables para las armas nucleares (denominado « cut off ») son las dos prioridades. Francia se felicita de que la resolución 1887 haya subrayado la prioridad de estas iniciativas.

Se abren perspectivas de progreso en este sentido con la adopción, el 29 de mayo de 2009, de un programa de trabajo para la Conferencia del Desarme, y el compromiso del presidente estadounidense de trabajar activamente para la ratificación del TPCE. Estas perspectivas están llenas de esperanza para la comunidad internacional y Francia las alaba.

Francia considera, además, que los esfuerzos de desarme no deben limitarse únicamente a las medidas de reducción de los arsenales ; también es importante desmantelar las instalaciones de producción de materiales fisionables para las armas y las plantas de pruebas nucleares, declarar una moratoria sobre la producción de materiales fisionables para las armas y demostrar también mayor transparencia tanto en la doctrina como en los arsenales o los esfuerzos concretos de desarme.

Respecto al desarme convencional

recientemente se han conseguido avances en este campo, como la adopción de la Convención de Oslo sobre las bombas en racimo, menos de diez años después de la de Ottawa sobre la prohibición de las minas antipersonal (1999). Después de haberla firmado en diciembre de 2008, Francia fue el 20° Estado en ratificar la Convención de Oslo, el 25 de septiembre de 2009, permitiendo así acelerar su entrada en vigor, prevista para 6 meses después de la 30ª ratificación. Francia trabaja activamente para conseguir su universalización. Es esencial que toda la comunidad internacional pueda suscribirla o adopte compromisos similares.

Pero sigue siendo necesario que se avance en otros campos. Es cierto que la comunidad internacional ha conseguido adoptar instrumentos políticamente vinculantes sobre el tráfico de armas ligeras y de pequeño calibre (ALPC), las armas más mortíferas en los recientes conflictos porque son las más utilizadas. Queda pendiente, sin embargo, mejorar su puesta en aplicación. Francia, junto a Suiza, ha abierto una negociación en las Naciones Unidas sobre la cuestión del marcado y la trazabilidad de las ALPC, y desea que se concrete en un instrumento jurídicamente vinculante.

Francia ha sido además muy activa, desde el principio, en el proceso que llevará a la adopción de un Tratado sobre el comercio de armas. Se felicita al respecto por la adopción, en la 64ª sesión de la Asamblea General, de una resolución que contempla la celebración en Nueva York, en 2012, de una conferencia de las Naciones Unidas sobre el Tratado sobre el comercio de armas. El objetivo es un instrumento universal jurídicamente vinculante, que recoja las normas más elevadas que sea posible en materia de exportación, importación y transferencias de las armas tradicionales para que se limiten los suministros de armas y municiones en las zonas donde hay conflictos e inestabilidad.

En los ámbitos químico y biológico

Francia participa activamente en los trabajos de la Convención de prohibición de las armas químicas y en la Convención de prohibición de las armas biológicas para acelerar su aplicación y universalización, y elaborar las medidas adecuadas con miras a consolidar su régimen y autoridad. En el ámbito biológico, Francia considera de suma importancia que se busquen modalidades complementarias para valorar con eficacia el cumplimiento de las obligaciones de la Convención por sus Estados partes.

Francia también participa activamente en los trabajos del Grupo Australia, acoge todos los años su reunión plenaria y considera que el control de las exportaciones constituye un instrumento concreto al servicio del cumplimiento de las convenciones.

Francia aporta, por otra parte, su plena contribución a todas las iniciativas europeas que respalden estas dos convenciones.

Más información sobre la acción de Francia en materia de desarme convencional y en los ámbitos químico y biológic

Luchar contra la proliferación balística

También es indispensable reflexionar sobre los medios que permitirán al régimen internacional de no proliferación luchar mejor contra la proliferación balística : actualmente no hay ningún tratado multilateral vinculante que tenga la finalidad de limitar la posesión y el desarrollo de los misiles o de determinadas categorías de los mismos. Por eso, Francia se compromete, junto a sus socios europeos, para abrir la negociación de un tratado que prohíba los misiles tierra-tierra de corto y medio alcance.

El espacio

Debemos también conseguir que el espacio se reserve a usos pacíficos. La seguridad de las actividades espaciales y la protección del acceso al espacio son retos prioritarios.

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La disuasión nuclear francesa

Davesne Cyril/Marine nationale

Como subraya el Libro Blanco sobre la defensa y la seguridad nacional publicado en junio de 2008, que presenta un análisis estratégico para los próximos quince años, la disuasión nuclear constituye una de las cinco funciones esenciales de la estrategia francesa de seguridad nacional.

A quince años vista, incluso si Francia ya no corre el riesgo de una invasión, su seguridad está sujeta a otras amenazas : determinados arsenales nucleares siguen creciendo, la proliferación nuclear, biológica y química se mantienen, así como la de los misiles balísticos y de crucero.

Según recordaba el Presidente de la República el 21 de marzo de 2008 en su discurso de Cherburgo, la disuasión nuclear es la garantía definitiva de que Francia, su territorio, su pueblo, sus instituciones republicanas, estén en seguridad, en cualquier circunstancia. Protege a Francia de cualquier agresión de origen estatal contra sus intereses vitales, sean cuales fueren su origen y su forma.

La doctrina francesa de disuasión es compatible con los compromisos adoptados a efectos del artículo VI del TNP.

Esta doctrina, estrictamente defensiva, limita rigurosamente los casos en los que se pueden utilizar las armas nucleares, respetando las condiciones de la CIJ y de la Carta de las Naciones Unidas. El uso del arma nuclear sólo sería concebible en circunstancias extremas de legítima defensa.

Por otra parte, Francia fundamenta su doctrina de disuasión en el principio de estricta suficiencia. Francia ha velado siempre por mantener su arsenal nuclear en el nivel más bajo posible y compatible con el contexto estratégico. Por eso, la evolución del contexto estratégico ha permitido reducir el formato de nuestras fuerzas : Francia ha reducido su arsenal a la mitad en casi diez años.

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Desarme - Lo que ha hecho Francia

D.NOIZET/Service Photo Elysée

Francia tiene un balance ejemplar –y único en el mundo‑ en materia de desarme nuclear :

 Francia fue, junto a Reino Unido, el primer Estado poseedor de armas nucleares que ratificó hace ya más de diez años el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos nucleares (TPCE) ;

 es el único Estado que, habiendo poseído un componente nuclear tierra-tierra, lo ha desmantelado totalmente ;

 ha reducido su arsenal total y ha adoptado varias medidas para reducir los niveles de alerta operativa de sus fuerzas nucleares de modo que se mantengan en el nivel más bajo posible requerido para preservar la credibilidad de la disuasión ;

 dejó de producir materiales fisionables para las armas nucleares en 1992 respecto al plutonio, y en 1996 respecto al uranio ; ha suscrito una moratoria sobre la producción de materiales fisionables para las armas nucleares (como Estados Unidos, Rusia y Reino Unido) ;

 ha sido el primer Estado en decidir el cierre y desmantelamiento de sus instalaciones de producción de materiales fisionables con finalidades explosivas ;

 es el único Estado que ha desmantelado, de modo transparente y abierto a la comunidad internacional, su planta de pruebas nucleares en el Pacífico.

 

El Presidente de la República ha afirmado su voluntad de que Francia siga contribuyendo activa y concretamente en el desarme : en el discurso pronunciado en Cherburgo el 21 de marzo de 2008, anunció medidas importantes :

 reducción de una tercera parte del número de misiles, aviones y cabezas nucleares del componente aerotransportado ;

 anuncio del límite total del arsenal nuclear francés : menos de 300 armas nucleares, es decir, la mitad del número máximo de cabezas que Francia tuviera durante la guerra fría. Este anuncio es fundamental : Francia es el primer Estado poseedor de armas nucleares que ha comunicado las cifras totales de su arsenal. Todas las demás potencias nucleares deben publicar también la totalidad de sus arsenales nucleares (no sólo las armas estratégicas operativas desplegadas sino también las armas en reserva y las armas no estratégicas, cuando los Estados las posean) ;

 invitación a expertos internacionales para que constaten in situ el desmantelamiento de las antiguas instalaciones francesas de producción de materiales fisionables para las armas nucleares ;

propuestas innovadoras y ambiciosas a la comunidad internacional para continuar el desarme.

Estos compromisos han estado acompañados de hechos

 

 

De los compromisos de Cherburgo a los hechos

Francia ha organizado tres visitas de sus antiguas instalaciones de producción de materiales fisionables para armas nucleares de Pierrelatte y Marcoule :

el 16 de septiembre de 2008, para más de cuarenta Estados miembros de la Conferencia sobre el Desarme ;
el 16 de marzo de 2009, para más de veinte expertos no gubernamentales ;
el 3 de julio de 2009, para unos treinta periodistas internacionales.

Es la primera vez que un Estado poseedor de armas nucleares abre las puertas de sus antiguas instalaciones militares de producción. Un gesto particularmente importante cuando la Conferencia sobre el Desarme adoptó, el 29 de mayo de 2009, un programa de trabajo que permita por fin entablar negociaciones sobre un tratado « cut off ».

Por otra parte, impulsada por la presidencia francesa de la Unión Europea, Europa ha podido hablar por primera vez al unísono en materia de desarme. Presentó, con vistas a la conferencia de examen del TNP de 2010, un ambicioso plan de acción europeo en materia de desarme, rubricado por los jefes de Estado y de Gobierno durante el Consejo Europeo de diciembre de 2008. Este plan europeo recoge en particular las propuestas presentadas por el Presidente de la República en Cherburgo en marzo de 2008. El Presidente de la República comunicó el 5 de diciembre de 2008 este plan de acción de la Unión Europea al Secretario General de las Naciones Unidas.